sábado, 29 de diciembre de 2012


Excursión a Toledo ( Provincia )
He vuelto a dejarme guiar por las recomendaciones del libro "Dónde ver aves en España" de José Antonio Montero y he dirigido mis pasos a Toledo. También al sur, como la semana pasada, pero la predicción meteorológica me dice que esos campos serán más apacibles.
He elegido el embalse de Castrejón, en el Tajo, cerca de La Puebla de Montalbán.
Después de recorrer varias autopistas de las que tan generosamente nos hemos dotado he llegado a la carretera CM4000, que sigue el curso del Tajo en dirección a Talavera de la Reina. He tomado el desvío hacia Albarreal de Tajo y la carretera que une este pueblo con Gerindote.
La avifauna que esperaba ( un poquito ) ver, avutarda y gangas no estaba en las inmediaciones de la carretera. Pude ver un nutrido grupo de palomas y algunas avefrías; sobrevolando la zona, dos milanos. También pude ver y oir a dos grupos de cazadores que, si en mi generaban inquietud con sus disparos, imagino la precaución que infundían a las aves.
Aparqué el coche junto a una explotación agropecuaria y di un paseo por los alrededores por ver si había aves acompañando a la maquinaria agrícola en sus labores. No hubo fortuna. Al volver al coche vi que en la pared de una de las naves había unas 10 o 12 cajas nido de hormigón. El agujero de entrada era grande, y, mientras pensaba para qué ave estarían  destinadas, descubro en una de ellas a un autillo que, tan pronto como notó que le estaba observando, levantó el vuelo. Fue una agradable sorpresa ver que en la construcción se había tenido en cuenta a esos inquilinos tradicionales y que, al menos algunas veces, las aves pasan de ser objetos de caza a vecinos queridos.
Continué el viaje y, tras cruzar La Puebla de Montalbán, tomé la carretera a San Martín de Montalbán, que cruza un terreno de caza de numerosas rapaces. Hoy solamente pude ver un milano en vuelo y, sobre una encina y semioculta por las hojas, un águila sobre la que no puedo precisar más.
Poco después del Km. 47, a la izquierda, parte una carretera muy estrecha que lleva a la ermita de Santa María de Melque. Es una pequeña muestra de la arquitectura tardorromana o visigoda. Merece la pena detenerse un momento para disfrutar de la visita.





Volviendo sobre nuestros pasos , y ya en la CM4000 dirección a Toledo, tras rebasar el Km. 25 y unos 450 metros después de la rotonda, tomamos una camino de tierra a nuestra derecha que nos llevará a la  zona llamada Las Barrancas ( no confundir con una urbanización que existe en las inmediaciones ). El desvío está señalizado, pero con un cartel tan pequeño que, si no se va muy atento, puede pasar desapercibido.   A unos 300 metros hay un aparcamiento, pero el camino, aunque es de tierra, es transitable para vehículos. Nosotros dejamos aparcado el nuestro y seguimos una ruta que, con un recorrido circular, vuelve a conducirnos al aparcamiento.

El camino es ameno. A los lados, olivares o fincas de labor, recién labradas unas y otras con el cereal asomando,  dibujan un mosaico de colores verdes, ocres y rojizos que pueden hacer las delicias de los paisajistas.








El mirador preparado junto al cantil permite contemplar una escena de enorme belleza paisajística y el bullir de la vida en la lámina de agua.








 Ánades y cormoranes sobre el agua o tomando el sol. Decenas de aves se acercan volando. Su trompeteo las delata como grullas. Nos sobrevuela un avefría y, a lo lejos, dos rapaces trazan círculos sobre la laguna.






 El sol de la tarde se refleja en los tonos ocres de las cárcavas  y nosotros debemos volver a casa.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Excursión a La Mancha Húmeda
Siguiendo las recomendaciones del libro "Dónde ver aves en España" de José Antonio Montero he planificado una excursión de un día a los humedales de La Mancha. El programa es atractivo, porque, exceptuando la calurosa época veraniega, los paisajes que ofrece a la vista ya recompensan el viaje.

Salimos de Carabanchel en dirección sur y enseguida, al incorporarnos a la autovía A4, desde la M40, conseguimos el primer avistamiento de un ave poco común: un cormorán grande que estaba posado sobre una farola. No era buen momento para hacer una foto, pero quiero dejar constancia de la adaptación de los animales a la Naturaleza humanizada.

Dejamos la autovía en Tembleque y nos dirigimos a Villacañas y su Laguna Larga.
Es mediodía y la niebla comienza a levantarse. Aunque hay visibilidad buena todo se ve gris


 Hay preparados dos observatorios, pero tan lejos del agua, que solamente con telescopio terrestre puede apreciarse la vida en la laguna. En el centro de la laguna estaban azulones y cucharas, en los tarayes de la orilla, tarabilla y escribano palustre. Desde el coche vimos jilgueros, lavandera, alondra y una rapaz posada en el suelo que me pareció grande para ser lagunero y que no me atrevo a identifucar. Nos sobrevolaron tres grullas que se dirigían al sur.




También nosotros tomamos dirección sur y nor dirigimos a Villafranca de Los Caballeros y su Laguna Grande.




 Comimos en el merendero de la orilla mientras contemplábamos la lámina de agua casi vacía: una pareja de azulones, dos de pato colorado, una docena de fochas y alguna gaviota.

El paseo alrededor de la laguna es muy agradable y llegamos a una torre-mirador desde donde hay una buena vista de toda la laguna. Mientras obsevábamos el paisaje pasó cantando un zarapito real


Ya cuando caía la tarde comenzaron a llegar multitud de gaviotas ( sombría y reidora, creo )


Antes de volver a Madrid, aunque ya había poca luz, nos encaminamos a Alcazar de San Juan para echar un vistazo a sus lagunas y tener un primer contacto para programar futuras visitas.

El espectáculo que se ofreció en el observatorio fue realmente impresionante, con flamencos, ánsar, cuchara, azulón, focha, polla de agua, zampullín y laguneros. Lástima que la luz ya escasa obligara a disparar con isos muy altos













Seguro que volveré


                 



martes, 20 de noviembre de 2012

Garcilla rosada

Estamos viajando desde Sevilla a Madrid. Mérida se encuentra a pocos kilómetros y nos parece un buen lugar para hacer una parada. Aparcamos el coche en un parque al lado del Guadiana, junto al puente romano. En la cámara llevo instalado el 17-70 de turista pero, al ver unas garcillas bueyeras en el parque decido cargar el 100-400. Tengo la esperanza de que, por estar en un parque público, las garcillas estén acostumbradas a la presencia humana y no sean esquivas. No acerté, tienen una distancia de seguridad demasiado grande.
Caminamos por el puente en dirección a la ciudad y, al mirar a mi izquierda, veo sorprendido un ave rosada. Parece una garcilla, como las que estan en el césped, pero su color es inusual. Está muy lejos y, aunque apoyo la cámara en el pretil del puente, la foto no es buena. Sin embargo es un buen documento.

Garcilla bueyera y garcilla rosada

Las personas a las que he preguntado coinciden en que es, por supuesto, una garcilla bueyera. Las discrepancias aparecen al intentar encontrar una explicación plausible a su color: unos opinan que se ha manchado accidentalmente, otros que ha´rá sido pintada por alguna persona, aunque no aciertan a imaginar el motivo y señalan una tintura similar en palomas de competición, por último están quienes sospechan que esta coloración es debida a una causa interna, como puede ser la comida.

Estos comentarios en mi galería de fotos en www.fotonatura.org  me parecen muy interesantes:
Stephen Daly 02-11-2012
Aquí hay una Garcilla Bueyera, Cattle Egret (Bubulcus ibis), que encontré hace unos años. Hay mas información en mi blog aqui: http://andalucianguides.blogspot.com.es/2010/01/it-was-great-to-get-out-birding-again.html
Hola Fausto, francamente ya no se qué pensar, no es el primer caso que veo documentado de Bubulcus ibis con este color aberrante. Discrepo de las opiniones sobre que se haya manchado o la hayan pintado, esa pigmentación, la distribución del color y la textura no parecen ni manchado ni teñidos por alguien. Al parecer algunas han perdido la pigmentación después de sucesivas mudas, por lo que podría estar relacionada con la asimilación y expresión de algún pigmento contenido en la alimentación, hay otra forma rara de color gris que sugiere esto mismo, pero yo no he leído ninguna información que lo confirme definitivamente.


Otros compañeros de Fotonatura han visto ejemplares semejantes, uno en Mérida, que puede ser el mismo ejemplar, y otro, Pablo Sentís, en Alicante, cuya foto muestro a continuación:

Hace casi dos años Victor Carlos Navega Alonso publico en www.fotonatura.org la siguiente foto:
 Estoy intrigado y seguiré preguntando



 Miré después sobre el pretil del lado derecho y, ¡Sorpresa! un calamón. Es la tercera vez que veo un calamón en mi vida. La primera vez, en mi primer día en Doñana el año pasado; la segunda, en un embalse de Cáceres, pero tan tarde que solo había la suficiente luz para reconocerlo.
Apuntar, dos disparos y ya se había ocultado entre las cañas. Solamente las pollas de agua continuaron comiendo sin prestar atención a los curiosos del puente.



Estos dos avistamientos bastaban para alegrarme el día, porque pasar por Mérida y estar solamente una hora es una pena